miércoles, 30 de junio de 2010

A la TV Pública la pagamos todos

Cuando uno analiza o critica a los oligopolios de medios como el grupo Clarín algún sector, que no se anima a defenderlos abiertamente, contra argumenta criticando a la televisión pública. Olvidando que las radios y los canales "privados" utilizan frecuencias públicas que nos pertenecen a todos, el principal caballito discursivo arremete contra el gasto estatal. Incluso desde posiciones progresistas recurren al clásico "lo pagamos todos" al que era tan afecto el inolvidable Bernardo. Los gastos del Ministerio de Economía o de la Casa Rosada también los pagamos todos y a nadie se le ocurriría decir que allí se tienen que aplicar políticas "pluralistas". Como en todo ámbito ejecutivo, quienes fueron beneficiados por los votos definirán las líneas a seguir. Durante años tuvimos que aguantarnos en los medios un discurso único, camuflado en las posibilidades de un control remoto. Construir una tv pública de calidad demanda recursos e inversiones. Algunos contratos podrán ser más o menos justos, pero el sensacionalismo de las cifras lo único que hace es instigar a la indignación irracional alejada de fundamentos consistentes. Hoy la TV Pública es una alternativa discursiva a la desinformación dominante y su programación tiene una amplia y variada oferta que cumple con la diversidad comunicacional mucho más que cualquier medio privado.