sábado, 18 de febrero de 2012

Falta de luz, acción, cámara

Como solemos hacer muchas veces, nos dirigíamos a tomar mate y leer a Quebracho y no pudimos llegar por el corte en la esquina de Yatay y Corrientes (foto). Con la mayor tranquilidad estacionamos el auto y seguimos caminando (Por suerte estábamos a solo una cuadra y media). En la siguiente esquina participamos de este delirante diálogo:
Nosotros: - ¿Por qué es el corte?
Transeúnte 1: - Ni idea, parece que por un desalojo, pero se llenó de piqueteros, por qué no hacen esas manifestaciones en un estadio, en una plaza o en Palermo (Suponemos que se refería los "bosques", no al barrio)
Transeúnte 2:- No, parece que es por un corte de luz, son vecinos de los edificios
Transeúnte 1: Ah, bueno está bien entonces, alguien tiene que hacer algo, así no se puede seguir (juramos que es casi textual)
Al principio eran alrededor de 40 personas, dos horas después contamos 34. Decían que no se iban a mover hasta que llegara la televisión. La policía se limitaba a desviar el tránsito que en su mayor parte le echaba la culpa a los corsos. Seguimos viaje con el gran error de querer volver a la Avenida Corrientes. En Medrano y Corrientes estaba nuevamente cortada, ahora sí por el corso, y en Jean Jaurés y la misma avenida otros vecinos con fogatas. Ahí finalmente estacionamos para seguir a pie. Nuevamente la pregunta, en este caso a los participantes:
Nosotros: - ¿Por qué es el corte?
Manifestante 1: Por un corte de luz
Nosotros: - ¿En donde? (Los alrededores de las 4 esquinas estaban plenamente iluminadas)
Manifestante 1: Ni idea, recién llego
Manifestante 2: Creo que acá a 2 cuadras, hay gente que hace una semana que no tiene luz
Manifestante 3: En mi edificio cortaron hace dos horas, volvió recién, pero vengo para que no pase otra vez.
En este caso eran unas 25 personas. Típicamente de clase media. pero media, media eh. Bien media. Por supuesto que, como blogueros que somos, enseguida pensamos en teorías conspirativas, creaciones de climas e intentos de prender chispas veraniegas y caceroleras. Sin embargo preferimos reivindicar una vez más el derecho de cualquier persona a protestar aunque eso signifique una complicación en el tránsito y en tanto y en cuanto no quieran quedarse eternamente. También sabemos que muchas veces es la única forma de llamar la atención de los medios de comunicación. Así fue y así seguirá siendo. Paciencia.