miércoles, 5 de noviembre de 2014

Inseguridad, puertas adentro

"¡A vos porque no te pasó!" ¿Cuántas veces nos dijeron esa frase por el solo hecho de defender las garantías constitucionales o estar contra la pena de muerte? Bueno, realmente se podrían contar varias historias personales, pero hoy sucedió la última. Entraron a robar en casa, un departamento en pleno macrocentro de la ciudad de Buenos Aires y a plena luz del día.
Forzaron la cerradura violentamente en un espacio de tiempo de dos horas en el que no había nadie. La entrada del edificio funcionaba y sigue funcionando bien. Es sumamente evidente que alguien con llaves y acceso al edificio estaba, cómplice, controlando los horarios y nuestra llegada.
Obviamente después de estos hechos nos sentimos con mucha bronca e impotencia. Y, por supuesto, con una sensación tremenda de inseguridad. Esa sensación se nos irá yendo con el correr de los días y es una experiencia absolutamente individual e intransferible.
La conclusión o el interrogante que nos queda es ¿podemos atribuir este hecho a la "falta de policías", a la "mano blanda", al código penal, a las leyes o a la "inacción de algún gobierno"? La respuesta es un rotundo no. Habrá que bucear mucho mas profundo, tal vez en eso que alguna vez llamamos lazos de solidaridad o al menos buena vecindad. Quién se llevó nuestras cosas, mas o menos valiosas, tal vez las disfrute de algún modo. Quién fue cómplice siendo vecino o vecina, seguirá conviviendo con nosotros y quizás sea una de esas personas que va por ahí diciendo ¡qué barbaridad, ya no se puede vivir, cómo está la cosa!.
La inseguridad, puertas adentro.